Capítulo 34 "Por Fin El Rey:La Espada" segunda parte

El resto del día pasó rápido.
Vagueando.
A los 15 minutos del desmayo de Elisa, despertó, y se quedó tumbada en la cama. Su hermana le había preparado un chocolate caliente y Clara le daba conversación.
Alice, Selena y Sandra hablaban en la cocina.
Tara se arreglaba las uñas mientras Katia, a su lado, jugaba con in ovillo de lana.
Virginia estaba en el jardín regando las flores con Sally.
Por último, Shevy se encerró en su habitación, se sentó en su cama, y empezó a susurrar palabras en un idioma extraño.
Un fuerte temblor asustó a todas
-¡¡Un terremoto!!-gritaba Katia desde debajo de la mesa, abrazando con fuerza el ovillo
-Mmmm... me da que no-afirmó Shevy alzando su espada-chicas, preparaos. Hoy no hay más descanso
Todas salieron al jardín, de donde provanía una extraña melodía, y una extraña voz

Cuando en el bosque oscuro os adentréis

a esa persona encontraréis

y ella misma os mostrará

un dato que os inteserará

algo de lo que algunas os habéis olvidado

no os lo diré

pero solo os comentaré

que el fin ha llegado

-¡¡CORRED!!¡¡AL BOSQUE!!-gritó Shevy a la cabecilla, corriendo hacia el lugar.

Al llegar, se separaron en busca de Shevytai, que reía.

-¡¡SORPRESA!!

El suelo se zarandeó y aparecieron en un laberinto.

En el centro, en lo alto, en el aire, se encontraba Sally desmayada.

Cada una de ellas estaba en una esquina, y tenían que llegar al centro.
-¡Haber si llegáis a tiempo!-berreó Shevytai dándole la vuelta a un reloj de arena
Todas corrieron. Pero no iba a ser tan fácil.
Había dejado seres nuevos en el laberinto. Seres que no perdonarían la vida a quien se encontrasen.
Y no lo hicieron.
Shevy, preocupada por la vida de sus amigas, abrió dos grandes alas negras cruzadas por una línea plateada y se elevó, espada en mano. Voló rápidante hacia su hermana, que la esperaba junto al cuerpo de Sally, que seguía suspendida en el aire.
-¡¡DÉJALA!!
-Si adivinas quién es en realidad...
-Ella... ¡¡ES MELODY!!
Y fue que Sally brilló y se convirtió en Melody.
-Veo que tenía razón. Lo sabías pero no se lo habías dicho.
Todas la miraon raro. Tara y Elisa con rabia e incluso un poco de ira.
-Te tragaste la verdad para ti sola
-¡¡MENTIRA!!¡¡LO HICE PARA PROTEGERLA!!¡¡SI LO HUBIESE DICHO LA MATARÍAS!!
-Veo que eres lista... pero yo no he venido aquí a HABLAR
Shevytai sacó una espada y le hizo un corte en el brazo a su hermana.
Ambas se enzarzaron en una pelea dura. Se hacían heridas mutuamente, pero seguían. Hasta que Shevy cayó, con la espada de su hermana clavada en un ala.
En el suelo, Shevytai le pegó una bofetada.
-Me mentiste. Me abandonaste
-¡¡NO!!-gritó Shevy devolviéndole el golpe-Yo no hice nada de eso... ¡Fuiste tú la que desapareció de golpe!
-¡¡¿¿YO??!! ¡¡¡ESTOY HARTA DE TI Y TUS MENTIRAS!!!-Shevytai alzó su espada de nuevo y se la clavó en el pecho
Shevy cayó de rodillas, exhausta por el dolor, tosiendo sangre y llorando de la misma.
-Yo... si te he mentido... perdóname. No quería *tos* hacerte nada malo... yo... te quería tanto... pero... aquel día... tú... te... fuiste-A Shevy le costaba hablar y no dejaba de toser sangre mientras las lágrimas aumentaban de tamaño
-¿Qué?-preguntó Shevytai sacando la espada y borrando la ira de su cara-¿Me fui?¡¡Me llevaron, Shevy, me llevaron!!Y vosotros... me olvidasteis
-Pero... ¿Quiénes te llevaron? Solo se que te fuiste con tía Zelda, y... cuando pregunté... estabas muerta... no... sabes cuanto lloré... Shevytai... cuanto lloré
-Basta Shevy... basta de mentiras-dijo agachando la cabeza-lo sabes perfectamente... lo del rapto... y el rescate
-¿Qué rapto, Shevytai? Me... parece *tos* que no sabemos las mismas versiones...
-Pues... aunque ya lo sepas... unos hombres me raptaron. Yo era la heredera al trono, y pidieron dinero. Mucho dinero. Padre no... tenía suficiente. Los hombres me dijeron que no vendrían a buscarme. Que ya no me querían. Mi padre me desechaba y mi hermana me olvidaba. Al día siguiente, me mataron. Mataron a una simple sombra a acuchilladas. Fue... horrible. ¿Por qué ocurrió? Porque me dejasteis de lado. Ahora... estoy muerta ¿Sabes?
-¿Cómo...?
-La misma estrella... me concedió vivir un poco más, en forma humana. Para vengarme. Para vengarme de padre. Para vengarme de ti.
-Yo... *tos*... no sabía nada de esto... padre... me dijo... que estabas con tía Zelda... y... cuando volví a preguntar... dijo que habías muerto en un accidente... por eso... *tos* me sorprendí al verte aquí... pero... padre está enfermo... lleva enfermo desde que te fuiste... casi... muere... *tos*... yo... lloré tanto... pero... ahora veo... que no tanto como tú...*tos*. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Tú... sufriste... más que yo...-Shevy cayó sobre los brazos de su hermana. Su herida sangraba mucho, y cada vez estaba peor. Cada vez lloraba más y tosía más fuerte. 
-Shevy... ¡¡PERDÓNAME!!-gritó abrazando a su hermana-Yo... te he... herido... no sabía que... padre y tú... estuvieseis así...-Shevytai empezó a llorar abrazando a su hermana con fuerza, como si fuese a desaparecer de un momento a otro-te quiero tanto, hermanita... no sé como te he hecho esto... a ti y a tus amigas...-se separó despació, chasqueó los dedos y el laberinto desapareció.
Entonces se fijaron ambas, que estaban rodeadas por el grupo de amigas, manchadas, sangrando, llenas de heridas y... llorando. Sally... bueno, ahora Melody descendió lentamente y quedó tumbada en el suelo.
Todo había acabado.
Shevytai se levantó, sujetando a su hermana, que no se daba mantenido en pié.
-Casi... te mato...-Shevytai lloraba con fuerza
-Pero estoy bien. Y es hora de que todo vuelva a ser normal. Para mi, para ti... y para ellas, que se lo merecen.
-Si... perdonadme vosotras también... chicas... os he dado tantos problemas...
-No. Tu también tenías los tuyos-dijeron todas a la vez, y la abrazaron.
Al separarse, se alejaron varios pasos. Lo suficiente para que ambas hermanas hablasen sin ser escuchadas.
-Shevy... no... me queda tiempo-susurró la mayor-el poder de la estrella... se acaba...
-No Shevytai... no... no te vayas...
-Lo siento.... Shevy... adiós... te... qu...i..e...r...o...
Shevytai empezó a desaparecer, convirtiéndose en un brillante polvo que se elevó y formó una estrella, grande y hermosa. Shevy quedó arrodillada, bajo el brillo de la estrella, con un hilo de sangre descendiendo del labio, las mejillas ensangrentadas de llorar, pálida, pero su gran herida había dejado de sangrar y sus ojos se habían quedado secos.
Después de tanto tiempo sabiendo que su hermana seguía ahí, se había ido... para siempre.
Se levantó y corrió junto sus amigas. Comprobó como todas estaban bien.
Melody empezó a abrir los ojos.
Su cuerpo, gracias al cielo, estaba intacto, pero parecía aturdida. 
Shevy les dio a cada una un beso en la mejilla.
Se limpió las suyas. Y, con cuidado, se alejó un paso.
Miró al cielo. Juntó sus manos.
Era el momento de volver a su mundo.
Shevytai estaba muerta, y eso significaba que ella era la heredera al trono, y debía estar siempre, con su padre. Hasta su último día, que era cercano.
La hija de la oscuridad, de larga melena y pálida piel. Finos rasgos y esbelta figura... gritó con todas sus fuerzas.
-¡¡¡DESEO!!!
Poco a poco, empezó a desaparecer.
Llorando se despidió de todas, y todas, la correspondieron
-Yo... he de irme. Hoy es el día de mi marcha. Adiós, chicas... amigas mías... espero... que... nos... volvamos... a... ver...
Y ya.
Se había ido.
Posiblemente, para siempre.
Pero todas, contemplaron con una pequeña sonrisa entre las lágrimas, como una pequeña sombra, ascendía hasta aquella estrella brillante.
Algo mágico ocurrió.
Elisa pegó un salto.
-Puedo ver. Y... ¿Qué es esto...? Un men...saje. De Shevy. Dice que... ahora siempre estará con su hermana
Todas la abrazaron. Y miraron por última vez a sus amigas. Abrazadas, unidas. Felices por fin.
Una lágrima se asomó de los verdes ojos de Elisa. Rozó una pequeña rosa del jardín, y esta se abrió.
Todas empezaron a recordar. Brillantes y hermosos recuerdos. De guerra y risas. De saludos y despedidas. De lágrimas y sonrisas.
Su vida había cambiado gracias a aquella sombra pícara que había pedido aquel deseo.
Y desde ese día habían vivido aventuras increíbles.
Tara se fijó en el suelo.
Allí estaba la espada. Junto una figurita transparente. Era el rey.
Cojieron los objetos y se fijaron en un tercer y un cuarto objeto. Eran dos medallones de oro, y dentro, las fotos de unas sonrientes Shevy y Shevytai de 5 años, más o menos.
Guardaron las fotos con cariño.
Era el mayor tesoro de su aventura.
El amor y la amistad
Adiós.
O como mejor os suene.
Hasta pronto.


Fin


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Que triste...
me duele terminar esto... pero no lo quiero alargar más.
Tenía varios finales planeados, con muertes inesperadas.
Pero prefiero este. Y que vosotros, queridos lectores, imaginéis lo que pase a continuación.
Puede que Shevy vuelva.
Puede que no.
Puede que se separen.
Puede que no.
Hay muchas salidas a partir de la concordancia de vuestro corazón y vuestra mente.
Espero que os haya gustado y que me perdonéis por la tardanza y el vacío que os he hecho. Espero que me perdonéis por el abandono al blog y a la historia. Y espero que os haya gustado el capítulo de todo corazón.
A mí me ha gustado, aunque parezca que el principio vaya muy rápido.
Es un capítulo que contiene un doloroso final.
Mantendré este blog, y escribiré de vez en cuando algo.
Pero por ahora me centraré en Crónicas De Un Ángel Oscuro.
Quizás, incluso, cuando lo termine, me apetezca escribir algo nuevo aquí.
Y espero que vosotros lo leáis con tanto entusiasmo como con el que leísteis esto.
Esto no es una despedida, simplemente... un hasta pronto.